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Por qué no volveré a hacer comedia en una boda

Por qué no volveré a hacer comedia en una boda

Introducción

Como comediante profesional, he actuado en numerosas bodas con el objetivo de entretener a los invitados y hacer que la noche sea inolvidable. Sin embargo, después de mi última experiencia, he decidido que nunca volveré a hacer comedia en una boda. En este artículo, explicaré por qué.

Primera razón: el ambiente no es el adecuado

Aunque las bodas son una celebración de amor y felicidad, el ambiente no siempre es el adecuado para hacer comedia. Los invitados están allí para disfrutar de la comida, la música y la compañía de sus amigos y familiares, no para escuchar chistes. Además, muchos de ellos se sienten incómodos en presencia de un cómico, ya que es difícil saber cómo reaccionar a los comentarios más oscuros o controvertidos.

En mi última actuación en una boda, percibí el incómodo ambiente desde el principio. Los invitados no estaban prestando atención a mi actuación, y cuando intenté involucrarlos en mis chistes, recibí únicamente respuesta fría. En lugar de crear una atmósfera de risas, mi actuación resultó ser un ancla para el ambiente festivo y lleno de vida que se esperaba para la noche.

Segunda razón: las expectativas son demasiado altas

Las bodas son una ocasión especial y todo el mundo espera que cada detalle esté perfectamente pensado y ejecutado. Esta expectativa incluye la actuación del comediante, quien debe ser capaz de hacer reír a todo el mundo sin fallar. Sin embargo, esta presión constante puede ser paralizante y hacer que el comediante se sienta más nervioso de lo habitual, lo que a su vez puede afectar su actuación.

Personalmente, me sentí abrumado por las expectativas en mi última actuación en una boda. Aunque tenía planes detallados y había practicado mi actuación, sentí que había un exceso de presión en mis hombros. De hecho, cometí errores que normalmente no suceden durante mis presentaciones, y sentí que había decepcionado tanto a la pareja de recién casados como a los invitados.

Tercera razón: los invitados pueden ser impredecibles

Por último, hay que tener en cuenta que los invitados a una boda pueden ser impredecibles. Aunque se espera que la mayoría esté allí para celebrar, siempre hay un pequeño grupo de personas que puede no estar de ánimo para la broma. Este grupo puede incluir personas que no se conocen bien entre sí o que nunca han sido fanáticas de la comedia en general, lo que hace que sea difícil para el comediante adaptarse a la multitud y hacer que todos se diviertan.

En mi última actuación en una boda, me encontré con un grupo de invitados que no parecían dispuestos a disfrutar de una noche llena de risas. A pesar de mis mejores esfuerzos para involucrarlos en mi actuación, no pudieron sacudirse su mal humor y esto afectó a toda la audiencia. En última instancia, sentí que no estaba haciendo ninguna diferencia positiva en la noche y que, en cambio, estaba dividiendo aún más la multitud.

Conclusión

Aunque la mayoría de mis experiencias actuando en bodas han sido positivas, mi última actuación me hizo darme cuenta de que no siempre es el lugar adecuado para hacer comedia. El ambiente puede no ser el adecuado, las expectativas pueden ser demasiado altas y los invitados pueden ser impredecibles. Por estas razones, he decidido que no volveré a actuar en una boda.

Espero que este artículo haya sido útil para aquellos que estén considerando contratar a un comediante para su próxima boda. A pesar de que hay muchos profesionales talentosos ahí fuera, es importante recordar que el ambiente de una boda puede no ser el adecuado para la comedia en vivo, y puede ser que lo mejor sea mantener ese espacio como un entorno de celebración y amor.